La desigualdad de género en el Perú tiene muchas formas de manifestarse, incluyendo las brechas y barreras para la autonomía y empoderamiento económico de la mujer, lo que por generaciones ha jugado en contra de las trabajadoras. Así, uno de los aspectos más evidentes de esta desigualdad de género en lo económico, es que la mujer usualmente percibe ingresos muy inferiores a los del hombre.
Esta situación de desventaja no ha cambiado sustancialmente en años recientes, pese al auge que disfrutó la economía nacional. Aunque los ingresos mejoraron en general, tanto para hombres como para mujeres, la brecha de género no se redujo. Al año 2015, el ingreso promedio mensual de una mujer a nivel nacional era menor en un tercio al de un hombre, prácticamente sin cambios con respecto al 2012. Esta disparidad económica se observa en todos los ámbitos: ya sea en las zonas urbanas o en las rurales, la situación es la misma: la remuneración de una mujer es marcadamente inferior a la de un hombre, castigándola por su género (ver Gráfico).
Múltiples razones explican la gravedad y persistencia de estas brechas:
· La carga adicional que para las mujeres representa el cuidado familiar y el trabajo doméstico no remunerado
· El menor acceso a oportunidades de capacitación para mujeres
· Los prejuicios culturales y estereotipos que persiguen a la trabajadora
· La abierta discriminación y bloqueo al ascenso profesional de una mujer
Esos son sólo algunos de los muchos factores que afectan a las trabajadoras peruanas al día de hoy, y que hasta el presente no han sido debidamente enfrentados por las políticas públicas.
Esta ausencia de políticas públicas efectivas para la igualdad de género es un serio problema, responsabilidad del estado peruano, pues ha contribuido a desalentar el avance en la autonomía y empoderamiento económico de la mujer. Mientras no haya una voluntad política clara expresada mediante una apuesta decidida por la igualdad de género en lo económico, millones y millones de peruanas continuaran trabajando, perseverando y luchando sin apoyo; como en tantos otros aspectos de su vida.
