Home Todas las NoticiasEmpleo digno Ninipolis: del juego a las realidades de los jóvenes en el Perú

Ninipolis: del juego a las realidades de los jóvenes en el Perú

Por actua.pe
0 Comentar

Entrevista con Hugo Ñopo, economista del grupo de análisis para el desarrollo (GRADE) y co-autor del libro recién publicado “Ser joven en el Perú: educación y trabajo”. Actúa.pe realizó esta entrevista con la intención de conocer más las realidades y los desafíos que viven los jóvenes en el Perú de hoy, donde 1 de cada 5 joven no tendra un empleo adecuado. Tambien se hizo en el marco del lanzamiento del juego digital Ninipolis que esta basado en el estudio de Ñopo y que busca ser una nueva herramienta para el activismo juvenil 2.0.

¿Cuáles son las principales desigualdades que experimentan los jóvenes en nuestro país?

Un indicador que llama la atención es el de informalidad. Si bien en el país alrededor de 70% de los empleos no están cubiertos por una red de protección social (seguro de salud o pensiones), entre los jóvenes pobres esto alcanza al 95% de los empleos. La precariedad del empleo juvenil es dramática. Esto estuvo en las primeras planas hace poco más de un año cuando unos jóvenes perdieron la vida dentro de unos contenedores. En ese momento hubo mucha indignación en la sociedad, pero pasado ello, la precariedad del empleo juvenil sigue ahí.

¿Cuál es el “peso” que tiene la población joven respecto al mercado de trabajo en Perú?

Cerca del 20% de los trabajadores tienen 24 años o menos. Esto refleja en cierta medida que la tasa de participación laboral de los jóvenes es inferior a la del resto de la población y, adicional a ello, la tasa de desempleo de los jóvenes supera a la del resto de la población.

¿Cuáles son las principales amenazas respecto al ejercicio efectivo de derechos de las y los jóvenes ?

El derecho más relevante en este contexto me parece que es la educación. Lamentablemente las habilidades que desarrollan los estudiantes en el sistema educativo están muy rezagadas frente a las que desarrollan estudiantes de otros países. Esto, se explica en una medida importante porque somos un país que invierte muy poco en la educación de sus niños y jóvenes. Invertimos aproximadamente 1100 dólares por estudiante por año. Esto es la mitad de lo que invierte Colombia, un país con una realidad comparable a la nuestra. Esto es también un tercio de lo que invierten Chile o México. De esa magnitud es nuestro rezago. Esto debe cambiar.

¿Qué consecuencias tiene esta situación para la economía y para el llamado “capital humano”?

En líneas generales, lo que se produce en una economía se puede descomponer en tres factores: capital humano, infraestructura y productividad de los factores. Así, teniendo un capital humano rezagado globalmente, estamos enfrentando limitaciones serias para el crecimiento de la economía. Pero hay consecuencias que trascienden lo económico. Con un mejor capital humano en el país podríamos formar una mejor sociedad, con mayor cohesión y tolerancia, una donde todos quepamos mejor.

¿Qué medidas sugieren para políticas públicas más sensibles a la situación y necesidades de las y los jóvenes en Perú?

Es necesario trabajar en múltiples frentes pero para priorizar vale la pena enfocarse en dos frentes: la educación y el empleo. En educación el reto es dotar de mayores recursos al sistema educativo. Luego, con estos recursos la inversión prioritaria que debe hacerse es una que lleve a mejorar el cuerpo docente del país. Los cerca de cuatrocientos mil profesores de primaria y secundaria del país deberían ser lo mejor de nuestra sociedad. Actualmente estamos fallando frente al reto de atraer a los mejores a la profesión docente.

En empleo la solución es menos clara. Soy de los que creen que una solución pasa por repensar el paradigma de la protección social. En lugar de financiarla con impuestos a la nómina valdría la pena explorar la posibilidad de financiarla con impuestos generales. Esto eliminaría una serie de distorsiones en los incentivos hacia la formalidad.

0

Noticias más visitadas