Home Todas las NoticiasCorrupción y captura del Estado El soborno es solo un paso en un enorme mecanismo de captura del Estado

El soborno es solo un paso en un enorme mecanismo de captura del Estado

Por actua.pe
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Actúa.pe conversó con el sociólogo Francisco Durand, autor de “Odebrecht, la empresa que capturaba gobiernos” (Oxfam-PUCP 2018), el libro que sigue el dinero de la familia Odebrecht en sus más de cuarenta años de actuación en el Perú, y revela los diversos mecanismos de influencia que le permitieron hacerse de toda clase de negocios ilícitos, en complicidad con políticos y empresarios nacionales.

En tus investigaciones previas has abordado la trama entre poder empresarial y poder político en el Perú, en la que la corrupción ha sido siempre un factor. ¿Cuáles son las particularidades de esta relación [poder empresarial-poder político] en el caso Odebrecht?

Hay dos tipos básicos de relación entre los grandes empresarios y el Estado, colaborativa, cuando ambos se relacionan, por ejemplo, para desarrollar la tecnología (NASA e industria aeroespacial, por ejemplo) y la colusiva, cuando la relación es clientelista y tiende a generar rentas para las empresas. El Perú ha desarrollado relaciones colusivas con la gran empresa, y en algunos sectores, caso de la construcción de infraestructura, la norma ha sido la corrupción, el pago de sobornos para conseguir contratos con licitaciones amañadas en el infame Club de la Construcción, lo que genera enormes sobrecostos y fuertes daños institucionales. Antes lo sospechábamos pero no lo sabíamos. Odebrecht es el primer gran caso que permite descubrir esta trama colusiva y corrupta.

La opinión pública y los medios aluden al caso Odebrecht como ‘corrupción’ o ‘mega-corrupción’. Sin negar que se trate de ello, tú precisas que se trata de un tipo de “captura del estado”. ¿Cómo se relacionan estos conceptos [corrupción-captura]?

La prensa y los políticos, la opinión pública, ve el caso Odebrecht como corrupción. Voy más allá. Se trata de sobornos, claro, pero si uno empieza por el principio, por ver la manera cómo la constructora desarrolla todo un modelo de influencias, se da cuenta que el soborno es solo una parte, la final. Es la culminación de todo un proceso. Entonces, me pregunto: ¿por dónde empieza? Empieza con la financiación de partidos, sigue con el lobby, el uso de la puerta giratoria, y el pago no solo de sobornos sino diverso tipo de favores como son las obras ‘filantrópicas’ (Cristo del Pacífico), el dar empleo a los hijos de ministros y funcionarios (5 en el caso del APRA) y luego también aparecer como pagando honorarios profesionales con charlas de treinta minutos por 100,000 dólares, que ahora recién sabemos fue una forma de pago bajo la mesa, de esas tipo “la plata llega sola”. De lo que se trata es de estudiar todos estos mecanismos de influencia.

Una dimensión del caso Odebrecht es el financiamiento de campañas, lo que apunta a la responsabilidad de partidos y políticos. Otra dimensión es que Odebrecht operaba con empresas y empresarios locales. ¿Cómo se relacionan estos dos mecanismos en el esquema Odebrecht? ¿Cuál es la responsabilidad de los empresarios peruanos?

Investigando las primeras declaraciones de Emilio y Marcelo Odebrecht, los dos últimos jefes del grupo, luego se ser arrestados, uno se da cuenta de la importancia central que tienen la financiación electoral en su modelo de influencias. Lo confirma también Jorge Barata, su operador en Perú y América Latina. Todo empieza por ahí, y digo todo porque también es el inicio de la corrupción pues se les da a varios partidos y candidatos (sobre esto no hay datos todavía) dinero en efectivo, sin recibo… y ahí los Odebrecht ya se dan cuenta con quién tratan. Los socios locales son claves pues ellos no pueden entrar, invadir un mercado y desplazar a la competencia más aún cuando son corruptos. Serían denunciados. Tienen que conseguir socios locales pero en calidad de socios menores para “compartir la torta”… y todo lo demás. Es decir, compartir las coimas, que son probablemente negocios “guiados” por el conocimiento de sus socios locales de la manera “como se hacen las cosas en este país”. Estos socios locales tienen como mínimo, igual responsabilidad, hasta más, porque han ayudado a corromper a su propio país.

La regulación al financiamiento de campañas políticas es una de las reformas consultadas en el Referéndum. ¿Qué tan efectivas son medidas como bancarizar aportes o ponerles tope, teniendo en cuenta la magnitud del esquema de corrupción de Odebrecht?¿Qué otros controles son necesarios frente a dinámicas de corrupción-captura?

Es mejor tenerlas que no tenerlas. Ahora, no toma en cuenta que hay otro tipo de aportes como son los pagos en especie (por ejemplo, te imprimen las pancartas, te dan camionetas, te prestan sus avionetas, te pagan publicidad de su cuota anual con los medios). Aquí me refiero a los grandes aportantes, que son ricos y empresas. Está bien, algo es, pero no parará la influencia del dinero en la política, más cuando tenemos un sistema de segunda vuelta donde los dos punteros están sedientos de fondos. Mejor sería liberar a los políticos de esta dependencia con más dinero público y regulando medios, de tal manera que todos tengan igual acceso a la publicidad electoral siguiendo una fórmula. Eso para empezar, luego hay que regular los conflictos de intereses en casos de lobby y puerta giratoria. Se trata, como ves, de múltiples propuestas que se refuerzan unas a otras. La reforma puesta a referéndum es una propuesta aislada, pero es un avance.

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