De la región amazónica, Alfredo Nuñez nació en 1991 en la provincia de Tambopata de la región de Madre de Dios al sur oriente del país. Viene de una familia monoparental con una madre cabeza de familia, acompañada de su tía y abuela, que le ha enseñado la importancia de las mujeres, de la igualdad de derechos, de la equidad y de los deberes compartidos al 50/50. “Desde siempre mi mamá me enseñó a lavar, cocinar y a hacer mis cosas por mi cuenta. Crecí con esa enseñanza. Por eso pienso que todas las personas son iguales”, comenta Alfredo.
La etapa escolar
En el colegio Faustino Maldonado, donde estudió primaria y secundaria, Alfredo ocupaba los primeros puestos y participaba en diversos proyectos. Es así que junto a su profesor de música y compañeros de aulas, empieza en la lombricultura, la crianza de lombrices. “Empezamos a tejer una cadena de crianza de lombrices californianas, hacíamos una cama de compostaje para producir su alimento y el humus (estiércol) de ellas lo utilizábamos como abono”, explica Alfredo. Cuando terminaron este proyecto decidieron ir más allá.
Él, junto a su profesor de música y sus compañeras y compañeros del tercero, cuarto y quinto de secundaria de su colegio se presentaron como Asociación para la Conservación de la Identidad Cultural Amazónica y de Madre de Dios (ACICUAMA) al consejo municipal de la Municipalidad Provincial de Tambopata y allí propusieron poner en agenda el tema de la conservación y el reciclaje, haciendo un proyecto de despliegue porque se habían contactado con personas de Argentina para exportar plásticos, metales y vidrio usado. Sin embargo, no obtuvieron el apoyo necesario.
La Red Interquorum
Luego de unos meses, Alfredo comenzó en el activismo a los 14 años, como voluntario de la Red InterQorum Madre de Dios, pasando por el puesto de vocero, hasta asociado, cargo en el que se desempeña actualmente. Aquí encontró jóvenes de diversas índoles, religiones, situaciones económicas y políticas donde eran bienvenidos e impulsados a desarrollarse. “Cuando era menor de edad viajé como RedInterquorum. Conseguí los permisos y asistí a los encuentros macro regionales en el Sur, conocí Puno, estuve en Tacna, Piura, Lima, donde asistí a capacitaciones en torno a la soberanía alimentaria, desarrollo de los jóvenes rurales y de la ciudad, y me enseñaron la metodología multigrama”.
Alfredo llegó a asumir la vocería de Red Interquorum, en la época electoral del 2010. Junto a sus compañeros, realizaban trabajos con la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, hacían debates, aprendieron a hacer oficios, dejaban documentos, hablaban con representantes de los movimientos políticos, les hacían seguimiento por teléfono para que asistan a los eventos y también articulaban con otros actores de la sociedad civil que conformaban la mesa de concertación. “Llegamos a conseguir un local, allí hacíamos filmaciones de los debates que hacían los candidatos al gobierno regional y a la municipalidad provincial de Tambopata y entregamos ese material a la mesa de concertación para que luego puedan hacer el seguimiento, pero no pude participar, porque tuve que salir de viaje de Madre de Dios por problemas económicos”, señala Alfredo.
Una historia de resiliencia
Alfredo y su mamá han vivido en carne propia lo que es la falta de empleo y los escasos recursos. Sin embargo, eso no los amilanó, al contrario fue una oportunidad para seguir avanzando. “Situaciones difíciles que pasé con ella nos ayudaron a pivotearlas y encontrarles mejores soluciones”, comenta Alfredo. Además, dice que en el Perú las condiciones laborales no son buenas, que existe una falta de oportunidades, una brecha entre lo que el mercado pide versus la preparación que recibes en la universidad u otros institutos, y el aprovechamiento de algunos empresarios hacia migrantes que los explotan por malos sueldos.
También dice que en el contexto de Madre de Dios, las autoridades no consideran a los jóvenes como personas capaces de hacer propuestas, por eso no les abren la puerta para hacer incidencia política, económica y social. “Por eso, la mayoría de jóvenes se centra sólo en sus estudios y en la diversión de los fines de semana. No tiene interés de luchar contra la situación que existe en Madre de Dios: la explotación minera, la trata de personas, la delincuencia, la explotación de recursos”. Sin embargo, existen jóvenes que luchan porque las cosas sean distintas en Madre de Dios.
En Madre de Dios hizo primaria, secundaria y también cinco ciclos de la universidad. Tiempo después, en el 2011, llegó a Lima con su mamá (quien actualmente vive en Madre de Dios), por trabajo y estudios. Entonces, logró entrar a Ingeniería de Sistemas de Informática en la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) mientras trabajaba, y así terminó sus estudios universitarios.
Su paso por Actúa
En su participación en el núcleo impulsor interiorizó las palabras cocrear, codiseñar y cotrabajar. Según él, ese “co” hace que existan menos barreras de trabajo para los que participan en Actúa.pe. En su paso por Actúa.pe él apoyo en la organización de tres laboratorios: dos temáticos y uno nacional de activismo. “El impacto de los laboratorios ha sido positivo en las y los jóvenes, por la satisfacción de verlos disfrutar de las sesiones, al escuchar sus testimonios en los videos, siento que tienen la posibilidad para seguir actuando. Eso me llena de felicidad, porque todo está dando frutos”, dice Alfredo.
La experiencia en Interquorum y Actúa.pe, así como en la comunidad de prácticas Trigu Ágil y la organización Data Science Research Perú, le ha dado un paquete completo de capacidades, herramientas y metodologías que le permiten innovar en el trabajo con jóvenes, con un enfoque intergeneracional e interdisciplinario. “Me gustaría cocrear productos o proyectos que permitan desarrollar sector por sector. No haría la parte operativa, pero si haría la articulación de stakeholders porque me volveré un hub humano, es decir, una persona que canaliza las necesidades y fortalezas de una persona, grupo, organización y/o colectivo para visibilizar y conectar con otras personas, sus necesidades y fortalezas, conduciendo la comunicación, para cocrear un ecosistema colaborativo omnidireccional y omnicanal”, comenta Alfredo.