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Este año, la pandemia por COVID 19 es un factor que ha tenido gran impacto en nuestra salud mental, ya que mucha gente se encuentra ansiosa y aislada bajo confinamiento; y algunos deben acostumbrarse a nuevas formas de trabajar, estudiar y entretenerse digitalmente.
Tras la aparición del coronavirus, la mayoría de las personas ha tenido un aumento significativo en el tiempo que pasa frente a la pantalla al no poder visitar a amigos y familiares, dependemos más de las redes sociales y las videollamadas para mantenernos conectados.
FOMO – fear of missing out
El miedo a no ver un correo electrónico o una noticia -o no ver las novedades lo suficientemente rápido- y perderse, aunque sea brevemente la información, puede llevarnos al borde de la adicción de los dispositivos digitales.
Paradójicamente, la capacidad de las tecnologías digitales para conectarnos puede conducir a la desconexión en el mundo físico: la necesidad de seguir controlando las interacciones y relaciones en línea puede significar que estemos distraídos de las interacciones del mundo real.
Bienestar digital
Con relación a la salud mental los medios digitales fortalecen nuestra identidad al permitir expresarnos, pero también resultan dañinos si se convierten en una ventana para compararnos con los demás y animarnos a vivir de la manera que otros quieren. Por ello, el bienestar digital es crucial para la salud mental.
El bienestar digital se refiere a la capacidad de velar por la salud, la seguridad, las relaciones y el equilibrio entre la vida personal, laboral y comunitaria en entornos digitales, así como utilizar herramientas digitales en la búsqueda de objetivos personales; todo ello actuando de forma segura y responsable en entornos digitales.
Para empezar a considerar nuestro bienestar digital, un primer paso es reflexionar sobre nuestras interacciones con la tecnología, los medios y las comunicaciones digitales. Necesitamos comprender mejor nuestros propios hábitos si queremos evaluar hasta qué punto tienen un impacto positivo o negativo en nuestras emociones, salud y relaciones.
¿Cuánto tiempo pasas interactuando con tecnologías digitales y contenido en línea?
Con información de Jisc y digitalwellbeing.com