Hace quince años, tras la caída del gobierno autoritario de Alberto Fujimori, se abrió en el Perú un proceso de transición democrática que implicó nuevas elecciones presidenciales y legislativas en abril del 2001. Desde entonces a la fecha, hemos asistido a siete procesos electorales –entre nacionales y regionales-, sin que esto haya significado una efectiva consolidación del régimen democrático en el Perú.
De hecho, la más reciente encuesta de GFK (enero del 2016) ofrece una fotografía precisa de esta situación. El 44% de los/las encuestados/as reconoce que si la votación fuese voluntaria, no iría a votar. El agravante es que seis meses atrás, quienes se inclinaban por el ausentismo eran menos: el 37% de los encuestados.
Las causas de este deterioro son múltiples. Entre otras, la percepción ciudadana de que los candidatos ofrecen cosas que no cumplirán, sea porque no creen en ellas o porque en realidad los asuntos públicos los manejan otros; no las autoridades electas.
Allí, donde las desigualdades son extremas, donde campean las exclusiones y discriminaciones, donde la cohesión social es inexistente, las posibilidades de regímenes dictatoriales asoman.
Desde los inicios de la transición democrática se han dado iniciativas de monitoreo de los procesos electorales. Algunas acotadas al seguimiento de los procedimientos electorales, pero otras han querido ir más allá, apuntando a la calidad de las propuestas en juego.
Actúa.pe es el resultado de una amplia coalición de organizaciones de la sociedad civil que promueve el seguimiento y debate de las propuestas programáticas a partir de un asunto de fundamental importancia para la democracia: la desigualdad. Hoy, ningún analista serio puede negar la estrecha relación existente entre equidad, cohesión social y vigencia democrática. Allí, donde las desigualdades son extremas, donde campean las exclusiones y discriminaciones, donde la cohesión social es inexistente, las posibilidades de regímenes dictatoriales asoman.
Ciertamente, no estamos en tal situación extrema, pero algunos indicios alarmantes de la vida cotidiana de peruanas y peruanos, como el incremento de la violencia y la corrupción, deberían hacernos pensar seriamente en la posibilidad de que la situación continúe deteriorándose y motivarnos a actuar de manera decidida para revertir las desigualdades y exclusiones más graves que afectan a nuestra sociedad.
Desde Actúa.pe se desarrollarán diversas iniciativas de seguimiento a los programas y declaraciones de los candidatos presidenciales. El seguimiento se hace desde la perspectiva de demandas que forman parte de la agenda pro-igualdad de la plataforma, construida a través de un amplio proceso de consulta entre las organizaciones integrantes. No solo habrá seguimiento a las propuestas. La plataforma también ofrece instrumentos para interactuar con otros ciudadanos y ciudadanas, con movimientos diversos y, en particular, con los mismos candidatos. De esta manera, la plataforma aspira a convertirse en un espacio innovador de ejercicio de nuestros derechos ciudadanos.