La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) ha escrito una carta pública dirigida a PPK sobre el anunciado indulto a Alberto Fujimori.
Señor Presidente de la República,
Nos dirigimos a usted, como ciudadanas y ciudadanos, y organizaciones de la sociedad civil, que en distintas circunstancias nos hemos movilizado para defender a nuestro país de cualquier forma de autoritarismo; quienes nos hemos movilizado contra la violencia de género, la corrupción, por los derechos de las comunidades TLGBI, contra la esclavitud laboral y por todos aquellos motivos que atentan contra nuestra dignidad como personas y como nación.
En esta oportunidad, lo hacemos en su calidad de garante de los derechos fundamentales de todas y todos los peruanos, para recordarle algo que parece haber olvidado en menos de un año de gobierno: las razones por las que Alberto Fujimori cumple justa condena.
Alberto Fujimori está sentenciado por mandar a asesinar y desaparecer a peruanos y peruanas como nosotros. Uno de ellos, Armando Amaro Cóndor, salió una mañana a la universidad y no regresó nunca más. Durante años Raida, su madre, lo esperaba desde la azotea de su edificio intentando atisbar entre las sombras de la avenida su silueta delgada doblando la esquina. Sus llaves fueron encontradas al costado de los restos calcinados de Kike Ortiz Perea, también estudiante de La Cantuta. Don Cesáreo, todavía a sus 83 años espera justicia para su hijo Jhon Gilmer, cruelmente asesinado junto a otros trabajadores comuneros de Pativilca. Norma, mamá de Melissa Alfaro, asesinada por un sobre-bomba del Grupo Colina en su centro laboral, pasa aún las noches en vela, como la mamá de Dora Oyague, cuyos restos fueron rociados de kerosene. Kenneth Anzualdo, entre otros, fue carbonizado en los sótanos del Servicio de Inteligencia del Ejército. Ellos eran jóvenes, pero Javier León Rojas tenía apenas ¡ocho años! cuando una bala le cayó en el centro de la frente, en la balacera que el grupo Colina desató en la quinta de Barrios Altos. Alberto Fujimori financió y promovió al Grupo Colina con dinero de las arcas del Estado.
Ellos y ellas, madres desgarradas, padres, hermanos y familias enteras, son las víctimas; no Alberto Fujimori.
En su campaña, usted se comprometió con las víctimas de Alberto Fujimori a no negociar un indulto ilegal. No podrá mirar a esas madres a los ojos si cede en un intento de fortalecer un gobierno que tendría que erigirse sobre el olvido y la sistemática amnesia. No podemos permitir que una vez más se traicione la confianza que las familias de las víctimas depositaron en usted.
Usted sabe que el indulto humanitario existe y sabe que en el caso de Alberto Fujimori no procede pues no cumple con los requisitos legales ni legítimos del mismo. Una democracia no puede permitirse indultar indebidamente a un criminal responsable de graves delitos contra la humanidad para granjearse el favor político de la oposición congresal. Sería un retroceso para la democracia y una mancha histórica para su investidura.
Por eso, porque queremos vivir en paz y con justicia, porque no queremos que se pisoteen los derechos ni la dignidad de nadie, este viernes 7 de julio saldremos a las calles para recordarle su responsabilidad de garantizar y respetar el estado de derecho y nuestras instituciones. El indulto en estas circunstancias es un atentado contra la democracia y la memoria de las verdaderas víctimas.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
Lima, 05 de julio de 2017